Introducción

Riesgo es un término que se utiliza en numerosas disciplinas y que, independientemente de su definición, implica aspectos de seguridad, económicos, ambientales y sociales. Su evaluación incluye una serie de componentes: (i) la naturaleza y probabilidad de la amenaza (hazard); (ii) el grado de exposición del receptor; (iii) la susceptibilidad del receptor y (iv) el valor del receptor. Dado que su evaluación permite analizar las diferentes consecuencias que puede ocasionar la acción de un agente (sea natural o humano) sobre un determinado sistema, su uso es creciente sobre todo en el ámbito de los procesos de planificación y/o gestión.

En el caso específico de las zonas costeras, el Protocolo relativo a la gestión integrada de las zonas costeras del Mediterráneo, incluye un capítulo específico sobre Riesgos Naturales donde se establece que (sic) “las Partes elaborarán políticas de prevención de los riesgos naturales. Con este fin, efectuarán, en lo que respecta a las zonas costeras, evaluaciones de la vulnerabilidad y de los riesgos y adoptarán medidas de prevención, mitigación y adaptación para hacer frente a los efectos de las catástrofes naturales y, en particular, del cambio climático”.

Dadas las características intrínsecas de la zona costera que puede caracterizarse como un sistema multicomponente y, la propia naturaleza multidimensional del problema de la evaluación del riesgo, una de las posibles aproximaciones a este análisis es a través de la utilización del concepto de paisaje del riesgo. Este puede definirse como la totalidad o el conjunto de riesgos a los que se ve sometida una zona (en este caso la zona costera) incluyendo las relaciones y feedbacks entre componentes. 

En zonas costeras con un nivel de riesgo alto debido a la magnitud de las amenazas o por la importancia de las consecuencias (valores de exposición altos), la gestión del riesgo está fuertemente condicionada por los procesos que ocurren en el presente. Sin embargo, a la hora de desarrollar medidas y/o planes de gestión a largo plazo, es necesario considerar el efecto del cambio climático como un forzamiento que afectará a prácticamente todas las componentes que definen el riesgo.

Es en este contexto en el que se plantea el proyecto PaiRisClima, con el fin de identificar y valorar como el efecto del cambio climático se propaga en el sistema costero a través de su influencia en las diferentes componentes. Este análisis permitirá al gestor valorar su importancia relativa en los diferentes procesos e identificar la necesidad de incluirlo a la hora de la toma de decisiones.